Brindar un entorno protector para niños, y adolescentes en Haití, cuya situación es de grave fragilidad, ofreciendo cuidado y atencion a niños y adolescentes como parte de una familia junto a la que puedan crecer con amor, respeto y seguridad; apoyándolos en la formación de un futuro con esperanza. Fomentar en ellos una nueva cultura que sea modelo para una nación golpeada por la falta de iniciativa y desarrollo. Proveer todas las necesidades de cuidado, educación, salud, y protección de los más necesitados.

Nuestra finalidad es darles a niños en situación de desamparo, abandono y orfandad, la posibilidad de crecer en un medioambiente positivo con valores espirituales, morales y sociales, otorgándoles las herramientas necesarias para que se conviertan en agentes de cambio de su nación.

Después del devastador terremoto de 7,3 en la escala de Richter el doce de enero de 2010 los ojos del mundo se posaron sobre Haití haciéndose más notable su estado de pobreza y necesidad que no le permitieron enfrentar a la naturaleza, y que dejó una estela de muertes, niños en las calles, destrucción y desesperanza en los haitianos. Todo lo anterior tan solo es una panorámica de la realidad que se vive en Haití desde antes del terremoto, que se agudizó por el mismo evento, y que nos llevó a responder al llamado más humano que tenemos los hombres y mujeres de todo el mundo “ayudar y amar a nuestro prójimo”, sobre todo a los más vulnerables y olvidados.